lunes, 21 de mayo de 2007

Importancia de la tierra

Aparte de la mano de obra, la tierra es el factor más importante de la producción agrícola. Sin derechos de acceso a la tierra claramente definidos -tenencia de la tierra- es más difícil llevar a cabo la producción y se debilitan los incentivos a invertir a largo plazo en la tierra con el fin de aumentar su productividad. La tenencia de la tierra es también uno de los pilares organizativos de las economías y sociedades rurales, que ayudan a definir relaciones económicas y contractuales, formas de cooperación y relaciones sociales.
Munro-Faure, Groppo, Herrera y Palmer han escrito persuasivamente acerca de la importancia de la tenencia de la tierra. Su perspectiva es la de diseñar y ejecutar proyectos de desarrollo rural, pero sus observaciones son relevantes para la política agrícola y alimentaria en general:[194]
En muchos casos las respuestas a las preocupaciones sobre la sostenibilidad ambiental, los conflictos sociales y la seguridad alimentaria de la población vulnerable han sido afectadas por la tenencia de la tierra y tienen un impacto sobre la misma. Dejar de considerar los efectos de la tenencia de la tierra al inicio de un proyecto probablemente determinará resultados no anticipados. Esta omisión puede conducir a que el proyecto no genere mejoría alguna. En ciertos casos, puede hasta empeorar la situación, por ejemplo, desposeyendo inadvertidamente a la gente de sus derechos sobre la tierra....
Erradicar el hambre requiere incrementar los derechos a la alimentación de las personas o familias. El grado en el cual individuos o familias pueden aumentar su acceso depende en gran medida de las oportunidades que tienen para acceder a los activos. El acento en fortalecer la dotación de activos de las personas demuestra la importancia de la tenencia de la tierra. Las personas que tienen derechos sobre la tierra pueden disfrutar de niveles de vida más sostenibles que aquellas que sólo tienen derechos parciales de acceso, las cuales a su vez están mejor que las que no tienen tierra en absoluto.
Junto a la mano de obra, los derechos de propiedad que proporcionan acceso a la tierra conforman las dotaciones más comunes utilizadas para producir alimentos destinados al autoconsumo, así como productos para la venta que permiten a su vez que las familias o individuos paguen sus otras necesidades (por ejemplo, salud, educación, etc.). Así, el derecho de propiedad sobre la tierra es uno de los recursos más poderosos para que las personas incrementen o extiendan sus activos más allá de la tierra y la mano de obra, alcanzando así el conjunto necesario para una vida sostenible (es decir, recursos naturales, capital social, humano y financiero, así como activos fijos).